Texto: Blanca Rodrigo
Música: Bensoundcute
Pascua familiar
¡Buenos días!,
Hoy quiero compartir con vosotros la maravillosa experiencia de vivir en familia y con familias la Pascua, el Triduo Pascual que acabamos de celebrar.
Ojalá sepa transmitiros con mis palabras todo lo que hemos vivido y sentido; todo lo que hemos rezado, reído e incluso llorado de emoción; cómo nos hemos convertido en una única familia acompañando a Jesús, y ¡cómo hemos celebrado con inmensa alegría su Resurrección!, ¡qué gran fiesta tras la Vigilia Pascual!.
Salamanca ha sido el escenario este año. Concretamente el Colegio San Agustín de la ciudad del Tormes, que tiene unas estupendas instalaciones y mucho espacio, con lo que hemos estado realmente cómodos.
La XVI Pascua Familiar Agustiniana comenzaba durante la mañana del Jueves Santo y concluyó el Domingo de Resurrección, cuando las ocho familias participantes y los cuatro agustinos que estuvieron con nosotros, partíamos para comer ya en nuestros lugares de origen.
Ha sido un auténtico lujo vivir con tal intensidad los días más importantes de nuestra fe católica. Todo ha acompañado, incluso este año el maravilloso tiempo que hemos podido disfrutar!. Familias con ganas e ilusión, grandes y pequeños deseando conocer gente y hacer piña, y por supuesto en medio de todo ello nuestra FE, artífice de todo.
Contamos con un cuadernillo completísimo, que me consta que está hecho con muchísimo mimo y cariño, y que es nuestro guía durante los tres días. Además del horario y las distintas actividades, incluye lecturas y reflexiones interesantísimas. Desde que vivimos estas Pascuas familiares , la primera hace ya nueve años, cuando nació nuestra hija pequeña, ¡los conservamos todos!. De verdad que son un tesoro.
En las celebraciones participamos todos: leyendo, cantando, tocando la guitarra o las campanitas, haciendo ofrendas …., y emociona ver cómo los más pequeños se implican y las viven con una naturalidad y una atención dignas de mención. ¡Qué poso más bonito queda en sus corazones además!, bueno, queda en los de todos, por supuesto, pero que gente menuda y gente joven las vivan así es un chute increíble, es una confirmación de la esperanza que tiene nuestra sociedad.
Tuvimos la inmensa suerte de presenciar, la noche del Viernes Santo, la salida del paso de La Soledad desde la Catedral de Salamanca. Fue uno de los momentos más mágicos, sin duda, y durante la mañana del sábado nos organizaron una genial ruta por la Salamanca agustiniana. Lo dicho, un auténtico lujo.
La Vigilia Pascual, la madre de todas las santas vigilias, como decía San Agustín, es la celebración central de la Pascua y la fiesta posterior un precioso momento de compartir, de reír, de divertirse, de bailar….., en definitiva de celebrar con inmensa alegría que si Jesús murió por nosotros, después resucitó y ¡¡vive en nosotros!!!.
¡Feliz Pascua de Resurrección y muy buenos días!.