Texto: Agustín Riveiro, OSA
Música: Bensoundcute
Esta es la típica pregunta que nos hacían algunos familiares sobre «qué quieres ser de mayor», y supongo que con los años no importa tanto que te la hagan porque la vas poco a poco respondiendo. Saber responder a qué quiero en la vida, es saber responder a cuál es la vocación de cada uno. Es claro que este tiempo no es fácil, pues los estímulos y las señales que escuchan nuestros jóvenes son demasiados. Ojalá sepamos ayudarles a afinar los sentidos para estar atentos a su vocación verdadera.
Vivir no es consumir, no es vegetar, no es conservar, ni tampoco acumular para los nuestros, para los que vendrán, vivir no es solo disfrutar, vivir no es existir únicamente, sino ser amando, padeciendo y aceptando las consecuencias de la decisión tomada, y si eres creyente, aceptando la voluntad de Dios. Vivir es como beber un vino, que al principio no te gusta, pero conforme te haces viejo, aprendes a paladear, a apreciar, a degustar. Vivir es ser fiel a tus convicciones, ser pacífico y buscar la paz. Vivir es convivir fraternalmente, es darte tiempo para ser, y para amar, y para soñar. Vivir es hacer un mundo mejor aquí en la tierra, y de esta tierra hacer un cielo.
¿Qué quiero ser de mayor? A veces creo que importa, y otras creo que no mucho, lo que si es importante, es ser feliz, siendo lo que eres y haciendo lo que haces. Vivir es entregarte, una búsqueda constante, apasionada y apasionante, un continuo interrogante. “Vivir es un gran contrasentido, pues muchos mueren sin haber vivido y otros viven, aún después de muertos”. Francisco Heriberto Orellano.