Texto: SAntiago Alcalde, OSA
Música: Bensoundcute
Levantar, abajar, enderezar e igualar
"Preparad el camino al Señor". Dios llegará a nosotros en esta navidad… Llegará a nosotros al final de la vida… Llegará a nosotros al final del mundo y de la historia… Y tenemos que estar preparados esperándole. ¿Cómo preparar el camino para esta triple venida?
El profeta Isaías y Juan Bautista nos lo indican de una manera sugestiva y poética diciendo que esa preparación es como hacer un camino por el desierto. Y señalan cuatro acciones a realizar: “Que los valles se levanten; que montes y colinas se abajen; que lo torcido se enderece; y lo escabroso se iguale”.
Estas mismas cuatro acciones: levantar, abajar, enderezad e igualar nos las pide el Señor a todos para encontrarnos con él en la Navidad y, lo más importante, poder verle al final de nuestra vida.
“Levantar” sería no desanimarte, no acomplejarte, no deprimirte… Con frecuencia todos tenemos momentos bajos. No nos dejemos abatir por las circunstancias que nos rodean o por nuestra manera de ser, ya que no terminamos nunca de mejorar de manera plena…
“Abajar” sería no creerte más que nadie, no ser orgulloso, creído, prepotente… A todos nos gusta aparentar más de lo que somos, hacemos y tenemos; y hacérselo sentir a los demás. Colócate al lado de todos, porque todos somos iguales.
“Enderezar” sería no andar con mentiras, engaños, disimulos, astucias… Con frecuencia vamos por la vida no siendo rectos, justos, sencillos; y preferimos lo torcido, las vueltas y revueltas para ocultarnos y que nadie nos descubra. Pon orden y claridad en tu vida y en todas tus cosas.
“Igualar” sería no ser escabroso, desigual, complicado… A veces tenemos momentos en los que somos geniales y otros en los que nadie nos puede soportar. Sé equilibrado en tu persona, en tus palabras, en tus comportamientos, en tu vida.
Todo esto sería preparar el camino al Señor, algo que no es fácil. Por eso Juan Bautista a la gente de su tiempo la pedía, en primer lugar, reconocer sus pecados y convertirse. Luego les prometía que llegaría uno más fuerte que él, Jesús, que les bautizaría en el Espíritu Santo.
En estos días que quedan para la Navidad: “¡Prepara tu camino al Señor!”.