Texto: José María Martín, OSA
Música: Prelude nº1 in C major. Joham S. Bach (Kimiko Ishizaka)
En aquel tiempo, Jesús dijo:
«Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros blanqueados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crueldad.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo: “Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas!" Con esto atestiguáis en vuestra contra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!».
Cuida tu interioridad
Celebramos hoy la fiesta de San Agustín. El Evangelio tiene mucha relación con nuestro mundo, sigue teniendo una gran actualidad. "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno!"
En nuestro mundo la imagen ha adquirido una importancia total. La apariencia lo es todo. La pose en una foto de las redes sociales puede marcar una historia. Una manera de presentar unos contenidos puede hacer que seas reconocido, seguido, valorado...
La imagen, la apariencia, ha pasado a formar parte de un valor sin serlo. Muchas veces no nos preguntamos por el interior, por lo profundo, por los verdaderos valores que hay detrás, por la reflexión o el compromiso real con la historia, con los otros... lo importante es la foto, la apariencia, lo de fuera, lo que se ve.
Cuidemos nuestro interior, los cimientos de nuestra vida, valores sólidos que no dependen de los focos. El Señor es duro con los que dejan de lado esa profundidad, lo importante es lo de dentro, lo que somos no lo que aparentamos, la autenticidad de vida. "Limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera".
San Agustín es un maestro de la interioridad: “no busques fuera dentro de ti está la verdad”. Que su enseñanza nos ayude a bucear en nuestro interior para encontrarnos con Jesucristo y lograr la paz del corazón que todos buscamos.